Hace un mes que estoy de vacaciones y se nota por mi constancia en el blog. No paro de sentir ganas de escribir y tengo decenas de ideas y post que están casi al dente para ser compartidos para ustedes. Tengo muchas ganas de contarles todas las cosas que tengo pensadas para el año que viene y ¡AHHH va a ser lo más! Aunque claro, no paro de reflexionar y ponerme a filosofar un poco sobre lo que fue este año, ¿ustedes ya lo hicieron? No me digan que no.
En diciembre del año pasado ya debatimos un poco sobre el significado de la navidad y el sentimiento de despedir un año y hoy, después de vivir 365 días distintos llenos de nuevos aprendizajes, tengo algo nuevo para decirles: a pesar de que en la época de fiestas no todas las familias la pasen bien, a algunos les falte algo o no fue el mejor año para todos; es una buena época para ponerse a pensar y darle importancia a las cosas buenas que tuvimos y vivimos durante el año. Más allá, fuera de todo el sentido comercial y consumista de estas fechas —que personalmente no avalo—, hay algo que es valioso y que muchas veces no se ve en algo material y que nunca lo vamos a encontrar envuelto en papel.
Todo el mundo sabe qué significa realmente la navidad y qué es lo que significa para el capitalismo y para muchos niños que piden sus regalos. La navidad y las fiestas, no es lo mismo para todas las familias y yo creo que ustedes tendrán su opinión personal sobre estos festejos, así como yo también tengo la mía. Creo que lo importante acá es que las disfrutemos, sin importar nada.
Vos estás acá leyendo esto desde una compu o celular y hay quienes no tienen nada de eso. Seguramente en estos días comas más de lo normal y recibas algo de tus familiares abajo del arbolito. Seguramente te andarás quejando por lo que te pasa o te pasó, que este fue un año de mierda... blah blah. Pero estás acá y hay quienes no lo están. Tenés la oportunidad de vivir otro año más, de reunirte con los que querés —por ejemplo, yo me junté con mis amigas a lo loco y fui a visitar a conocidos y familiares que quiero—, de hacer lo que te gusta, de terminar el colegio, de empezar la facultad, de salir a divertirte, de viajar, de conocer lugares y personas, de estar con tu familia y amigos, de tener salud y un hogar.
A pesar de todo, no nos damos cuenta de que seguimos acá porque nunca nos faltó lo indispensable para vivir y yo, desde lo más profundo de mi corazón, no puedo estar más agradecida por eso.
Este año mis padres se separaron y se volvieron a juntar. Yo por un momento creí que nuestra familia se iba a romper para siempre pero no fue así: hoy estamos juntos. Tengo a mi mamá y tengo a mi papá conmigo y eso es lo más hermoso que me pasó en el año (y en la vida) y estoy feliz y súper agradecida por todo lo que siempre me dieron y me dan. Aunque este año la salud no haya sido lo que más tuvimos, hoy estamos juntos para disfrutar de las fiestas. Sería medio difícil envolverlos a los dos y ponerlos debajo del arbolito antes de las doce de la noche, ¿alguien me ayuda?
Este año viajé al centro y al noroeste de mi país, empecé la facultad y mi carrera universitaria, conocí personas nuevas, me amigué más con mis amigas y amigos, salí y disfruté, me divertí, crecí y aprendí mucho. También vi a nuestra sociedad revolucionar y evolucionar poco a poco contra el patriarcado —#NiunaMenos—, vi a una sociedad más politizada y tuve la oportunidad de participar como fiscal de mesa en las elecciones presidenciales de octubre y para mí fue una experiencia increíble, luché junto con dos mil quinientas personas contra los zoológicos, y me decidí sobre qué es lo que quiero hacer por el resto de mi vida: mejorar a la sociedad y cambiar el mundo.
Creerán que estoy loca pero no tienen idea de lo mucho que me gusta y me importa lo social y lo cultural. Y para mí, la vida tiene mucho sentido porque tengo la oportunidad de mejorar el lugar en el que me tocó nacer. Sí, la acción y el hacer son una de las tantas claves para la felicidad. Haciendo lo que queremos, lo que nos gusta y lo que necesita el mundo siempre nos va a hacer feliz.
Seamos agradecidos, veamos siempre lo bueno y lo mejor que tenemos y nos pasó. Claramente todos vivimos situaciones feas este año, ¿pero no creen que lo más importante es todo lo lindo que nos pasó? Yo sí y por eso hoy estoy re contenta por estar acá, por tener este blog, por estar con mi familia, por tener a mis amigos cerca, por estudiar lo que me gusta y obvio por comer mantecol también.
Leer más...
En diciembre del año pasado ya debatimos un poco sobre el significado de la navidad y el sentimiento de despedir un año y hoy, después de vivir 365 días distintos llenos de nuevos aprendizajes, tengo algo nuevo para decirles: a pesar de que en la época de fiestas no todas las familias la pasen bien, a algunos les falte algo o no fue el mejor año para todos; es una buena época para ponerse a pensar y darle importancia a las cosas buenas que tuvimos y vivimos durante el año. Más allá, fuera de todo el sentido comercial y consumista de estas fechas —que personalmente no avalo—, hay algo que es valioso y que muchas veces no se ve en algo material y que nunca lo vamos a encontrar envuelto en papel.
Todo el mundo sabe qué significa realmente la navidad y qué es lo que significa para el capitalismo y para muchos niños que piden sus regalos. La navidad y las fiestas, no es lo mismo para todas las familias y yo creo que ustedes tendrán su opinión personal sobre estos festejos, así como yo también tengo la mía. Creo que lo importante acá es que las disfrutemos, sin importar nada.
Vos estás acá leyendo esto desde una compu o celular y hay quienes no tienen nada de eso. Seguramente en estos días comas más de lo normal y recibas algo de tus familiares abajo del arbolito. Seguramente te andarás quejando por lo que te pasa o te pasó, que este fue un año de mierda... blah blah. Pero estás acá y hay quienes no lo están. Tenés la oportunidad de vivir otro año más, de reunirte con los que querés —por ejemplo, yo me junté con mis amigas a lo loco y fui a visitar a conocidos y familiares que quiero—, de hacer lo que te gusta, de terminar el colegio, de empezar la facultad, de salir a divertirte, de viajar, de conocer lugares y personas, de estar con tu familia y amigos, de tener salud y un hogar.
A pesar de todo, no nos damos cuenta de que seguimos acá porque nunca nos faltó lo indispensable para vivir y yo, desde lo más profundo de mi corazón, no puedo estar más agradecida por eso.
Este año mis padres se separaron y se volvieron a juntar. Yo por un momento creí que nuestra familia se iba a romper para siempre pero no fue así: hoy estamos juntos. Tengo a mi mamá y tengo a mi papá conmigo y eso es lo más hermoso que me pasó en el año (y en la vida) y estoy feliz y súper agradecida por todo lo que siempre me dieron y me dan. Aunque este año la salud no haya sido lo que más tuvimos, hoy estamos juntos para disfrutar de las fiestas. Sería medio difícil envolverlos a los dos y ponerlos debajo del arbolito antes de las doce de la noche, ¿alguien me ayuda?
Este año viajé al centro y al noroeste de mi país, empecé la facultad y mi carrera universitaria, conocí personas nuevas, me amigué más con mis amigas y amigos, salí y disfruté, me divertí, crecí y aprendí mucho. También vi a nuestra sociedad revolucionar y evolucionar poco a poco contra el patriarcado —#NiunaMenos—, vi a una sociedad más politizada y tuve la oportunidad de participar como fiscal de mesa en las elecciones presidenciales de octubre y para mí fue una experiencia increíble, luché junto con dos mil quinientas personas contra los zoológicos, y me decidí sobre qué es lo que quiero hacer por el resto de mi vida: mejorar a la sociedad y cambiar el mundo.
Creerán que estoy loca pero no tienen idea de lo mucho que me gusta y me importa lo social y lo cultural. Y para mí, la vida tiene mucho sentido porque tengo la oportunidad de mejorar el lugar en el que me tocó nacer. Sí, la acción y el hacer son una de las tantas claves para la felicidad. Haciendo lo que queremos, lo que nos gusta y lo que necesita el mundo siempre nos va a hacer feliz.
Seamos agradecidos, veamos siempre lo bueno y lo mejor que tenemos y nos pasó. Claramente todos vivimos situaciones feas este año, ¿pero no creen que lo más importante es todo lo lindo que nos pasó? Yo sí y por eso hoy estoy re contenta por estar acá, por tener este blog, por estar con mi familia, por tener a mis amigos cerca, por estudiar lo que me gusta y obvio por comer mantecol también.
¡Felices fiestas, que tengan una hermosa navidad y un nuevo año increíble! Les deseo lo mejor, gracias por tanto.
Aylu.